En las últimas semanas lo más sonado en TV y los medios convencionales respecto al ocio nocturno ha sido la tan conocida ya como sumisión química pero, ¿qué hay detrás de los populares pinchazos en discotecas?
Iniciado en Europa, ya ha llegado a España los pinchazos en discotecas, una nueva forma de sumisión química que destrona a la ya conocida burundanga echada en la copa. Desde ahí, los medios de comunicación no han parado de difundir noticias de supuestos casos en discotecas españolas y gente que asegura haber sido víctima de estas sumisiones.
Lo curioso es que realmente no hay ninguna prueba que acredite dichos pinchazos, pese a pocos casos que sí que están demostrados que son reales. En todo caso nada generalizado, es decir, casos aislados que nada tienen que ver con la histeria colectiva que está arrasando Europa. Analicemos el tema pinchazos en discotecas:

¿Qué es la sumisión química?
La sumisión química (SQ) consiste en aprovechar una situación de vulnerabilidad de una víctima causada por los efectos de una droga psicoactiva, y a través de ello cometer un delito contra ella, ya sea desde una agresión sexual hasta un robo.
Este suceso no es nada nuevo tanto en entornos de ocio nocturno como fuera de ellos, ya es conocida bien por todos la burundanga en las copas.
En estos casos de SQ los estudios muestran los siguientes indicios:
- El agresor suele ser alguien conocido de la víctima.
- En la mayoría de los casos, el agresor aprovecha la situación de vulnerabilidad de la víctima al haber consumido alcohol. Es decir, aprovecha que su víctima va borracha, no le droga a drede.
- En algunos casos menos frecuentes es el agresor el que droga a la víctima.
En resumen, es más sencillo aprovecharse de alguien que ya va bebido que tenerte que arriesgar a introducir droga en la copa de alguien o pincharle.
Desde que aparecieron los primeros casos en Reino Unido de pinchazos, fueron seguidos de nuevos casos en Holanda, Francia y ahora en España. Pero en todos los países surgen las mismas dudas y la falta de pruebas.

Pinchazos en discotecas
Pese a que prácticamente toda la población ya tenga interiorizado que podría sucederle un pinchazo en una discoteca y todo lo que trae detrás, deberíamos plantearnos el hecho del pinchazo.
Utilizar una jeringuilla requiere de cierto conocimiento de la persona que la emplea, a parte de que pinchar a alguien en un ambiente de poca luz donde lo más probable es que la víctima esté en movimiento (bailando) hace aún más difícil cometer este acto.
Si todos los casos de pinchazos han sido en ambientes de ocio nocturno es muy extraño que a nadie se le haya partido la aguja y quedado en el interior de la víctima. No hay ningún caso de denuncia que alguien presente este indicio.
También es muy complicado calcular la dosis para cada persona. El agresor llevaría la aguja ya precargada. A parte, se necesitaría varios segundos para inyectar la sustancia a la víctima, y si a esto le sumamos que estaría bailando, más improbable se hace el caso de éxito.

Ningún supuesto caso de pinchazo a acabado con graves consecuencias como UCI, coma, etc. En caso de inyectar una sustancia tan peligrosa como se anuncia y de ser inyectada por alguien sin conocimientos prácticamente, es muy extraño.
Al ser una inyección intramuscular su inicio de acción es más lento que la intravenosa así que no es posible un efecto inmediato. Se necesitan de 15 a 20 minutos para empezar a notar los efectos.
Tras los análisis, ¿dónde están las pruebas de que hay sustancias?
En casi ninguno de los casos detectados en Europa se ha detectado tras un análisis que haya sustancias en el interior de la víctima que no haya consumido anteriormente por forma propia (alcohol, etc.)
Pese a que los medios han un especial hincapié en que la sustancia es indetectable la medicina dice todo lo contrario: ninguna sustancia que cause los efectos que supuestamente causa la de los pinchazos se oculta en un análisis o desaparece del organismo tan rápido.
Por ejemplo la escopolamina/burundanga se detecta desde los 0,5 μg/l. Una dosis inferior a esta no causa los efectos de la droga en la víctima.

Esto desacredita la idea de que hay una oleada de inyecciones en discotecas. Es imposible que tras cientos de casos, ninguno muestre indicios en los análisis.
A parte, no hay ninguna grabación de las cámaras de seguridad de locales de ocio nocturno que muestren el momento de la inyección. Tampoco se han encontrado a personas que intentasen acceder al lugar con las populares jeringuillas (pese al aumento de los registros por parte de los porteros antes de acceder).
Tampoco ha acabado ningún caso en agresión sexual o en intento de ella. Lo cual hace que este método sea, a parte de más complicado y más caro que la burundanga, menos infalible.
Y visto desde una parte criminóloga, no encaja la idea de que pinchar a alguien en un ambiente lleno de gente que necesita varios segundos para inyectar la sustancia y que está en el punto de mira de todos actualmente, sea buena idea.
Entonces, ¿qué está pasando?
No descartamos de que alguno de los casos de SQ por pinchazo sean verdad, porque con total certeza es cierto pero ni por asomo al nivel de que toda Europa está siendo asolada por una ola de pinchazos. Valorando todos los puntos anteriores podemos hablar de muy pocos casos aislados y de sugestión colectiva del resto de ellos.
Al haber sido inducido el miedo a ser pinchado en una discoteca, es muy fácil que una persona que note algo parecido a un pinchazo empiece a notar los síntomas de la SQ por pura sugestión. Esto demostraría el porqué no se encuentra la sustancia en los análisis.
A parte, ya se sabe que hay gente que se ha dedicado por pura diversión a pinchar a gente con imperdibles o chinchetas solo para seguir difundiendo el miedo al pinchazo.
También se sabe de casos de gente que se ha inventado haber sido víctima de un pinchazo para utilizarlo como excusa al haber consumido drogas. Es más fácil decirle a tus padres que te han pinchado a explicarles que consumes drogas.

Aún así, habrán muchos casos de gente que realmente haya sido pinchada por algo y al conocer los síntomas de la SQ, se habrán sugestionado. Aunque también es cierto que algunos casos sí que se tratarían de SQ real por pinchazo (siendo una ínfima minoría).
Es más probable que sin darte cuenta te introduzcan droga en la bebida a que te pinchen. Es más sencillo, no te das cuenta como un pinchazo, y es algo mundialmente extendido desde hace décadas.
Debemos dejar de contribuir a la histeria colectiva que se está creando entorno a la SQ por pinchazo. Los medios siempre aprovechan cualquier momento para sacar más noticias al respecto ya que saben que este tema vende. Al igual que hay un interés global en infundir miedo al ocio nocturno, es este caso a través de los pinchazos.
Aún así, en el caso de que notes un pinchazo en una discoteca busca ayuda de inmediato. Aunque los casos sean muy aislados no significa que no hayan. A parte, puedes contraer enfermedades de ser pinchado con algo que haya tenido contacto con otra persona.