Desde los inicios de nuestros tiempos, hemos sido una especie potencialmente guerrera. Hemos desarrollado todo tipo de artilugios tanto para atacar como para defendernos, como puede ser el escudo.
Los vikingos han sido una de las razas guerreras más brutales del pasado. Entre las armas más utilizadas se encuentra el escudo. Generalmente de madera o metal, se recubrían con cuero o materiales similares para hacerlos más resistentes. Era totalmente imprescindible que cada uno de los guerreros tuviese el suyo.
Desde hace bastante poco, se han realizado nuevas investigaciones muy a detalle para averiguar cómo creaban los vikingos sus apreciados escudos. Sus inicios se remontan a la Edad de Hierro y sin duda las armas de guerra siempre han ido con ellos.
¿Cómo se hacían?
Rolf Warming de la Society for Combat Archaeology, dirigió un estudio que desvelaba los secretos de los escudos sobre éste pueblo del norte de Europa. Entre las piezas analizadas se encuentra un fragmento del borde de un escudo muy bien conservado encontrado en una tumba en Birka (Suecia).

El fragmento cuenta con un centro de madera reforzada con cuero de oveja y un borde de cuero adicionar recubre la estructura.
El cuero era sin duda el principal material de los escudos así que se trataba y curtía con mucha atención y cuidado. Tras analizar las piezas lograron averiguar el nivel de desarrollo y la habilidad de los antiguos vikingos para elaborarlas.
Tras el análisis
Cuatro piezas en total fueron las seleccionadas para el experimento. Todas halladas en lugares separados y en distintas épocas, entre 350 a.C. y 1000 d.C. Lograron descubrir si las pieles utilizadas eran curtidas o no y la especie animal.
Las pieles no fueron elegidas al azar. Los antiguos sabían cuáles utilizar y las trataron de diferentes formas antes de ensamblarlas al escudo. Seguramente fue un trabajo muy laborioso para los armeros.
Los vikingos utilizaban el escudo como pieza clave del combate y por eso debían crearse meticulosamente. Gracias al estudio, las réplicas actuales son exactas.

Sabemos que utilizaban el cuero como recubrimiento pero, ¿y porqué cuero? Pues bien, el cuero curtido es muy resistente y duradero. Podía durar muchos años. También soportaba muy bien los golpes de las armas y flechas del enemigo. Es más, el cuero pulido y lubricado hacía que las flechas encendidas no hiciesen arder la madera. Incluso hacían resbalar el arma del contrincante al chocar con el escudo. Se volvieron unos expertos del uso del cuero para sus indumentarias y armas.