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Según un ex funcionario de la Marina de los EE.UU., habría presencia alienígena en el polo sur.

El tema OVNI ha dejado de ser una locura conspiracionista a ser tomada realmente en serio por la población, gracias a que en las últimas décadas personalidades muy influyentes han revelado informaciones secretas. Astronautas, militares, funcionarios del gobierno, pilotos, etc. son algunos de los que se han atrevido a hablar de este gran secreto a voces.

Sin duda, uno de los casos más importantes y estudiados es el de un piloto de la Marina estadounidense que reveló supuesta presencia alienígena en la Antártida.

En enero de 2015, Linda Moulton Howe una conocida investigadora en el campo de la ufología, recibió la carta de un supuesto ingeniero retirado de la Armada de los EE.UU. Según lo explicado por Linda, en la carta el ingeniero se refiere a si mismo como Brian S que relata una serie de experiencias propias de rescates y vuelos sobre la Antártida entre 1983 y 1997. El oficial de la Marina afirma que hubo una colaboración entre seres de otros planetas y los humanos y que el remoto lugar de la Antártida es el sitio idóneo.

Base en la Antártida

Según Brian, en las operaciones de rescate y los vuelos entre 1983 y 1997 pudieron apreciar platillos voladores plateados volando sobre las montañas antárticas.

Al igual que Brian, su equipo también afirma haber visto ruinas de una ciudad antigua de origen alienígena y un gran agujero a uno 16 kilómetros del Polo Sur geográfico. Esta área iba a ser una zona de exclusión aérea por la Marina y la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.

La zona de exclusión

Brian afirma haber ordenado entrar en la zona de exclusión a su tripulación durante una emergencia, viendo algo que no deberían haber visto: una base científica entre extraterrestres y humanos bajo el hielo.

En la región antártica de Marie Byd Land, una decena de científicos que habían desaparecido durante dos semanas volvieron a aparecer y fue Brian y su equipo los encargados de rescatarlos. Brian afirma que el grupo de científicos estaban no hablaron en ningún momento y que parecían asustados.

La investigadora Linda M. Howe decidió compartir la carta enviada por Brian S.

Fecha: 2 de enero de 2015

Hola Linda, Mi nombre es Brian S. Soy un ingeniero de vuelo LC130 de la Marina de los Estados Unidos retirado luego de 20 años de servicio en 1997. Hace mucho tiempo que quería escribirles sobre mi experiencia en el continente antártico con vehículos voladores. Serví parte de mis 20 años en la Armada con un Escuadrón llamado Antarctic Development Squadron Six o VXE-6 como también se le conocía. Serví con este escuadrón desde alrededor de 1983 hasta que me jubilé en marzo de 1997. Siendo ingeniero de vuelo y volando más de 4.000 horas en esa capacidad, he visto cosas que la mayoría de la gente ni siquiera ha imaginado en el continente de la Antártida. La tierra allí parece más extraña que terrenal. Nuestros despliegues en este sitio comenzaron a fines de septiembre y terminaron a fines de febrero de cada año hasta que el Escuadrón fue dado de baja en 1999.

Durante mi tiempo en el escuadrón, volé a casi todas las partes del continente antártico, incluido el Polo Sur, más de 300 veces. La estación McMurdo, que se encuentra a 3.5 horas de vuelo desde la estación del Polo Sur, fue el punto de operación del escuadrón durante nuestros despliegues anuales. Entre estas dos estaciones hay una cadena montañosa llamada Trans-Antártica. En varios vuelos en las montañas y hacia y desde el Polo Sur, nuestra tripulación vio vehículos aéreos que se movían rápidamente alrededor de la parte superior de la Antártida, y lo vimos muchas veces casi exactamente en el mismo lugar cada vez que pasábamos volando. Esto es muy inusual para el tráfico aéreo allí debido al hecho de que los únicos aviones que volaban en el continente eran nuestros aviones de escuadrón. Cada avión sabía dónde estaban los otros aviones debido a que se seguían los horarios de vuelo.

Otro problema único con la estación del Polo Sur es que a nuestro avión no se le permitió volar sobre un área determinada designada a 8 kilómetros de la estación del Polo Sur. La razón indicada fue por un campamento de muestreo de aire en esa área. Esto no tenía ningún sentido para ninguno de los miembros de la tripulación porque en 2 ocasiones diferentes tuvimos que sobrevolar esta zona. Una vez debido a una evacuación médica del campamento australiano llamado Davis Camp. Estaba en el lado opuesto del continente y tuvimos que repostar en el Polo Sur y un rumbo directo a este campamento Davis estaba justo sobre la estación de muestreo de aire.

Lo único que vimos al pasar por este campamento del Polo Sur fue un gran agujero en el hielo. Podría volar uno de nuestros LC130 en esta cosa. Fue después de esta misión de evacuación médica que fuimos informados por algunos espías (supuse que agentes de inteligencia) de Washington DC y nos dijeron que no habláramos de la zona que sobrevolamos. Una vez nos acercamos al ‘campo de muestreo de aire’ y experimentamos errores de navegación y fallas eléctricas en la aeronave y se nos ordenó salir inmediatamente del área y hubo un informe a nuestro oficial al mando del escuadrón cuando regresamos a McMurdo. No hace falta decir que a nuestro piloto (Aircraft Commander) le patearon el trasero y como castigo nuestra tripulación no estuvo en el suministro del Polo Sur después de eso durante más de un mes.

Hubo muchas otras ocasiones en las que vimos cosas fuera de lo común. Un campamento periférico (Marie Byrd Land) en el que dejamos a los científicos y su equipo estuvo fuera de comunicación con McMurdo durante 2 semanas. Nuestro equipo voló de regreso al campamento para averiguar si los científicos estaban bien. No encontramos a nadie allí y no hay señales de cosas raras. La radio funcionaba bien cuando llamamos a McMurdo para verificar que funcionaba correctamente. Salimos del campamento y volamos de regreso a McMurdo como nos ordenaron. Una semana después, los científicos regresaron al campamento y llamaron a McMurdo para que alguien los recogiera. Nuestra tripulación tomó el vuelo de regreso para recogerlos, ya que los pusimos en ese campamento y conocíamos el terreno y la ubicación. Ninguno de los científicos quería hablar con nadie de la tripulación del avión y para mí parecían asustados. Tan pronto como aterrizamos de regreso en McMurdo, ellos (los científicos) subieron a otro avión de nuestro escuadrón y volaron a Christchurch, Nueva Zelanda. Nunca volvimos a saber de ellos. Su equipo que trajimos de regreso del campamento fue puesto en cuarentena y enviado de regreso a los Estados Unidos escoltados por los mismos espías que informaron sobre nuestro vuelo sobre el campamento de muestras de aire / gran agujero en el hielo. Podría seguir y seguir sobre cosas y situaciones que observé durante mi labor con VXE-6. En las conversaciones de las tripulaciones de vuelo se dijo que hay una base OVNI en el Polo Sur y algunos de los miembros de la tripulación escucharon hablar a algunos de los científicos que trabajan en el Polo sobre Entidades Biológicas Extraterrestres que trabajan e interactúan con los científicos en ese campamento de muestreo de aire / gran agujero de hielo.

Brian S.

Suboficial Ingeniero de vuelo de primera clase Marina de los Estados Unidos (Retirado)

La declaración es fascinante. La propia Linda M. Howe cree que Brian no está contando todo lo que sabe, pero que sin duda es una gran revelación.

Región de Marie Byrd Land

Desde Google Earth, podemos ver que la zona de exclusión se encuentra censurada. No podemos acceder a ese lugar vía satelital debido a dicha censura por parte de Google. ¿Qué ocultarán? Sin duda muchas revelaciones y misterios están relacionados con el continente blanco.

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2 comentarios en «Presencia extraterrestre en la Antártida según revelaciones de ex funcionario de la Marina»

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