La Antártida ha sido el lugar donde han detectado las misteriosas señales del espacio profundo gracias al Antarctic Impulsive Transient Antenna (ANITA).
Las nuevas teorías surgidas a partir del descubrimiento van más allá de la física convencional.
El año pasado, el telescopio de neutrinos más grande del mundo reportó la posibilidad de la existencia de un universo paralelo donde el tiempo corre hacia atrás respecto a nuestra realidad. El Big Bang es el final para ellos y no el principio como supone para nosotros.
Las señales fueron captadas por las antenas de radio financiadas por la NASA en la Antártida. El dispositivo recoge las señales de radio producidas cuando las partículas de energía alta que vienen del espacio profundo se hallan en nuestra atmósfera.
ANITA es capaz de detectar las ondas que rebotan en el hielo del polo sur y diferenciarlas de las que rozan la atmósfera.



El primer uso de estas antenas fue en 2006 y la siguiente en 2014. El dispositivo captó señales catalogadas como anómalas parecidas a las que rozan la atmósfera pero de una forma extraña provenían de la superficie.
Una física de Penn State que trabaja en ANITA, Stephanie Wissel comunicó lo siguiente:
Eso significa que tuvieron que atravesar una gran parte de la Tierra.
El centro del misterio se encuentra en los neutrinos. Son unas partículas de alta energía que fluyen ilesas a través de prácticamente cualquier metal y que pueden causar las anomalías que capta ANITA.
Los físicos recurrieron a IceCube para investigar más a fondo el caso. Se trata de un telescopio de neutrinos que está formado por cadenas de detectores que se encuentran enterradas en la Antártida.



Los científicos creyeron que IceCube tuvo que haber captado las mismas anomalías que ANITA y de esta forma resolver el misterio pero después de ocho años recopilando datos no lograron llegar a ninguna conclusión.
Si la señal de ANITA era astrofísica entonces deberíamos de ser capaces de detectar dichas señales en IceCube cosa que no logramos.
Reporta el físico de la University of Wisconsin-Madison trabajador del observatorio de neutrinos, Justin Vandenbroucke.



Teorías acerca del suceso
Algunos científicos han sugerido que se podría tratar de anomalías surgidas por ondas de radio que rebotan a través de lagos enterrados en el suelo antártico.
Otros pensaron que las ondas captadas por ANITA podrían hacer referencia a la materia oscura.
La más exótica sin duda es la teoría de que las partículas se ajustan a un modelo teórico de un universo paralelo simétrico al nuestro. Esta realidad sería formada por antimateria y el tiempo transcurre al revés.
Los científicos descartaron la teoría afirmando que lo encontrado fue a causa de la nieve compacta y los lagos subterráneos que causaron los pulsos de radio que fueron mal interpretados.