Kecksburg, 1965. Uno de los casos OVNI más impresionantes y resonados de todos los tiempos ocurrió a mediados de los ‘60 en Pensilvania, Estados Unidos. Los enigmas relacionados con el caso siguen a día de hoy sin resolverse y el silencio de las agencias gubernamentales de la época añaden un aura aún más controversial.
Según numerosos testigos, el 9 de diciembre de 1965 un objeto de procedencia desconocida aterrizó cerca de la localidad de Kecksburg tras la observación de varios locales de una bola de fuego que atravesó desde Canadá, a varios estados de EE.UU.
Varias personas afirmaron haber visto el objeto moverse lentamente por el cielo nocturno. Otros vieron humo y luces blancas azuladas brillantesque formaban un arco sobre sus cabezas. Poco después aterrizó en el bosque.
Periodistas, bomberos y locutores de radio declararon ver cerca del lugar de impacto a militares y policías y cómo acordonaban la zona. Un camión con plataforma transportaría después el objeto a otro destino.

‘‘Objeto no identificado cae cerca de Kecksburg’’. Este era el titular con el que amanecía al día siguiente el Greensburg Tribune-Review. Robert Gatty, reportero del periódico, entrevistó a un chico de ocho años y a su madre que atestiguaron la caída del objeto al bosque. Avistaron una columna de humo azul y llamaron a la policía. Cuando Gatty intentó acceder a la zona del suceso, se encontró con que el ejército había dado la orden de negarle el paso.
Poco a poco la presión de los medios hizo que el ejército tuviese que dar explicaciones. Las autoridades pertinentes declararon que se trató de un meteoro y que no había ni rastro de residuos espaciales ni de naves o misiles.
El periodista John Murphy, director del noticiario de la emisora de radio local WHJB, empezó a recibir llamadas de sus oyentes esa misma noche explicandole lo sucedido. Murphy se apresuró al lugar antes de que llegara el ejército. Su mujer, Bonnie Mislagle, informó que Murphy llegó a tomar fotografías del objeto.
Murphy realizó un programa especial dedicado al suceso donde incluyó numerosas entrevistas a personas que presenciaron esa noche el incidente. Pero poco después recibió una visita de unos agentes vestidos de paisano que confiscaron algunas cintas y fotografías que Murphy guardaba en su estudio y le obligaron a publicar el programa radiofónico censurando algunas partes.

Se empezó a difundir la creencia de que el objeto en cuestión podría haberse tratado de Cosmos 96, una sonda espacial rusa. En 2003 se calculó la órbita de la sonda durante la madrugada del 9 de diciembre de 1965 y las pruebas indicaron que no había posibilidad de que ese objeto cayera en Kecksburg esa noche.
El canal de televisión Sci-fi encargó en 2003 un estudio de la zona al geoarqueólogo J.Steve Kite y al profesor forestal Ray R. Hicks para que analizaran si habían rastros de un impacto en 1965. Finalmente declararon que si un meteoro o un satélite hubiese caído en el lugar, a día de hoy deberían haber rastros del cráter, lo cual le da aún más credibilidad a la teoría de que algo aterrizó de forma controlada.
Sin embargo los árboles que aparecían en las fotos tomadas por Stan Gordon en los ochenta donde se mostraba el daño sufrido por un suceso desconocido, fueron analizados y se descubrió una interrupción en los anillos de crecimiento de dos de los árboles afectados. Tras investigar en qué momento se produjo dicho daño se concluyó que fue en 1965.
A día de hoy siguen habiendo muchas incógnitas sobre este caso, lo cual le convierte en el caso Roswell de Pensilvania.