El fenómeno OVNI lleva tras de sí un gran número de misterios y hechos extraños al igual que personajes característicos. Los conocidos como ‘hombres de negro’ no pueden faltar en cualquier historia OVNI.
En numerosos testimonios de personas que afirman haber tenido un contacto extraterrestre, los hombres de negro entran en escena. Altos, vestidos muy elegantes y con miradas frías e inertes, se presentaban en sus casas haciendo preguntas sobre el avistamiento. Se aseguran de saber todo lo que sabes sobre el OVNI que acabas de ver.
En 1953 se produce el primer informe relacionado con estos característicos personajes. Albert K. Bender anunció que sabía toda la verdad sobre los objetos voladores no identificados y que la publicaría en su propia revista. Bender también era el presidente de la Internationar Flying Saucer Bureau (IFSB), es decir, de la oficina dedicada a la investigación de los OVNIs. El número de la revista que supuestamente se iba a publicar revelando toda la verdad de estos acontecimientos jamás vio la luz.



Tres hombres visitaron a Albert K. Bender y le obligaron a la fuerza a no revelar nada, según declaró el mismo. A medida que fueron pasando los años fue explicando a cuenta gotas cómo fue su encuentro con estos hombres, pero nunca ha revelado qué sabía sobre el fenómeno extraterrestre. Parece ser que lograron infundirle un verdadero terror para que decidiese no revelar nada, ya que sin duda el número de la revista que llevara dicha información se convertiría en todo un éxito.
La apariencia de estos hombres es sin duda lo que más impone. Altos, vestidos con trajes y corbatas y sombreros. Siempre se les describe de raza blanca y extremadamente pálidos. No tienen cejas ni barba ni bigote. Algunos los describen hasta con los labios ligeramente pintados para dar sensación de vida. Esto último hace sospechar a muchos de que se tratarían de androides e incluso extraterrestres.
Llegan a los lugares en coche, casi siempre en Cadillac negro. Su habla se compone de un acento que no se puede describir pero que podría considerar hasta robótico.



El caso de Bender no es ni de lejos el único. Solamente en Estados Unidos hay cientos de testigos de fenómenos OVNI que aseguran haber recibido visitas de estos hombres de negro. No son agresivos. Simplemente hablan con educación y calma, lo cual les hace verse aún más aterradores.
Charles Mundt
A finales de los años setenta, específicamente en agosto de 1977, Charles Mundt fue testigo de un avistamiento OVNI. Cuando regresó a las 21:30 a su casa, justo antes de entrar vio unas extrañas luces en unos árboles cercanos. Al zigzaguear tan rápido las confundió con relámpagos hasta que crecieron tanto que iluminaron el lugar como si fuera de día. Cuando intentaba caminar sentía que no podía y vio a su lado a dos hombres vestidos de negro. Simplemente se dieron media vuelta y se perdieron en la oscuridad.
Mundt sintió que un rayo lo atravesó y una extraña vibración recorría su cuerpo.



Cuando todo acabó regresó rápidamente a su casa para explicarle lo sucedido a su esposa Lisa. Cuando la encontró y empezó a hablarle, ella no paraba de interrumpirle preguntándole quién era. Hasta salió a la puerta gritando que un desconocido había entrado en su casa. Mundt, desconcertado por lo que estaba sucediendo giró la cabeza y al verse reflejado en un espejo se dio cuenta que la cara que veía no era la suya.
En la actualidad, a meses del suceso, me he dado cuenta de que la composición de mis moléculas ha sido cambiada y alguien ha ocupado mi lugar físico. Mi cara y mi cuerpo son la cara y el cuerpo de otro hombre. Por alguna razón me han forzado a asumir una nueva identidad. Mi esposa no me acepta como su marido, como el verdadero Charles Mundt; sé que soy Charles Mundt, pero nadie me cree. He perdido todo: afectos, amigos, y lo más triste es que he perdido mi identidad.
Contó el propio Charles Mundt.



¿Quiénes son realmente estos hombres de negro? Una de las principales teorías dice que podrían ser extraterrestres que desean mantener en secreto la realidad de sus hazañas en la Tierra. Por eso visitan a la gente que ha tenido contacto con el fenómeno, y se aseguran de que no abren la boca…